Delirium flamenco

El viernes pasado se ha inaugurado una nueva exposición en la sede del Instituto Andaluz de Flamenco, titulada Delirium flamenco. En ella nos podemos adentrar en 16 fotografías a gran tamaño, del artista Javier Caró, donde el flamenco y el mundo onírico van de la mano.

Palabras al inicio de la inauguración por parte de Cristóbal Ortega, presidente del Instituto Andaluz de Flamenco; Antonio Zoido, presidente de la Fundación Machado y Javier Caró, el artista.

Javier Caró es un fotógrafo creativo sevillano con máster en diseño gráfico, marketing y composición. Su carrera laboral empezó con la productora Objetivo 4 hasta que decidió abrirse camino como freelance hace más de 15 años. Ha trabajado para innumerables clientes, tanto particulares como organizaciones públicas e institucionales. Siempre muy ligado al mundo del flamenco, aportando una nueva visión de este arte Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Javier Caró explicando su obra al público y medios de comunicación.

Un claro ejemplo de esto es la exposición que nos ocupa ahora. A través de las distintas salas el visitante podrá viajar por mundos de fantasía, tacones, leyendas y castañuelas; miradas enigmáticas, mantoncillos, música, bailes y tonadillas pausadas en el espacio y en el tiempo.

Todas las imágenes van acompañadas de coplas y poemas anónimos extraídos del libro de Antonio Machado y Álvarez 'Demófilo' (1848-1893) Cantes Flamencos, para lo cual la Fundación Machado ha contribuido en la labor de asesoramiento.  

Muestras de la exposición.

Como podemos leer en el texto que nos recibe en la puerta de la primera de las salas: “Delirium flamenco son mis mundos posibles y mis sueños reales, a medio camino entre lo surrealista y lo plástico, entre lo onírico y lo ilógico, entre lo cotidiano y la ciencia-ficción. El flamenco se reinterpreta, se independiza, se escapa y vuelve, se desmenuza y se reconstruye en este ejercicio creativo donde no hay reglas ni vallados, donde no se busca lo conocido ni lo acostumbrado. […] Delirium es una caminata nocturna en mitad de la selva o buscar una estrella fugaz en el cielo embarrado.”

La entrada es libre y estará abierta hasta el 28 de febrero. No os la perdáis.